Esta es la carta abierta enviada por Miguel Ángel Lembo, presidente del Círculo Ventrílocuos Argentinos, al querido Nino, Sergio Labi, y hacerlo en representación de los socios del CIVEAR.
La triste y mala noticia del hecho delictivo sufrido por Nino nos ha producido una revolución interna donde se mezclan la impotencia, la bronca, la tristeza, y surge brillante el afecto y la solidaridad con el colega amigo que está padeciendo semejante oprobio.
Pese a encontrarnos en una época del año en que el Desencuentro es normal porque estamos dedicados a disfrutar, los que pueden, de unas buenas vacaciones, cuando sonó la alarma, de inmediato la mayoría respondió, se sumaron preocupaciones, afectos, ideas, aportes solidarios, en fin, toda la comunidad respondió en forma increíble y el mal trago se convirtió en algo más soportable, mas sin perder la idea o el deseo de una pronta solución, esclarecimiento pero fundamentalmente de recuperación de los elementos sustraídos a Nino, tanto su querida chinchilla como el muñeco Tito, el emblema de su vida.
Con tristeza he, o habremos leído en varios medios, o visto por televisión, a más de un ignorante, descerebrado, bah, son siempre los mismos idiotas, burlándose de la situación, del llanto de Nino que nosotros como colegas hemos comprendido.
Eso, por mi lado me hizo hervir la sangre, también me lo comentaron otros socios, estamos todos indignados, pero debemos calmarnos, porque no es la primera vez, ya estamos acostumbrados a Casella en su bendita TV, cuyos panelistas si sumamos su coeficiente intelectual, entre todos y el del mismo Casella no llegan a superar el nivel cero, son de cuarta, de décima, de última, pobres tipos que viven criticando todo aquello que ellos no son capaces de hacer o de enfrentar, y que al igual que otros programas tienen la suerte de contar con espacios en televisión que podrían ser dedicados a la cultura y no a la carroña elaborada a la vista cada día y como venganza de su propia incapacidad. Lo mismo para los demás programas que se burlaron de Nino, todos del mismo tenor, dan asco.
Por eso, querido amigo Nino, estoy, estamos contigo, ladran Sancho, señal que cabalgamos, esos idiotas se pegan el helado en la frente, es lo que nos toca, no es culpa de ellos tampoco sino la falta de autoridades en el ámbito de la Cultura que no hacen lo que corresponde, echarlos, y así está toda la sociedad, confundida, extraviada, los jóvenes no tienen ejemplos ni valores a seguir, especialmente vos y yo, somos dos Viejos que hemos vivido otra vida, cuando decíamos la palabra mamá nos emocionábamos, papá era un superhéroe que todo lo podía, cuando decíamos amigo nos saltaba el corazón, y cuando una piba nos decía que nos dejaba ser su novio nos desmayábamos de alegría y vergüenza, qué hermosos pelotudos que fuimos carajo. Muchas veces te dije que te quiero mucho y nunca olvido cuanto me ayudaste en mis comienzos, hoy, en forma pública te lo ratifico, y contá conmigo, con todos nosotros para recuperar a Tito, Dios sabrá si podrá ser, vamos a pedirle que haga lo posible para que te lo devuelvan, por ahí quien te dice ahora está en manos de un nene enfermo, o que tal vez no tenga guita para comprarse un juguete, pensemos así. Nosotros somos tipos grandes que jugamos con muñecos, porque tenemos sentimientos, porque amamos la vida, por eso somos ventrílocuos. Hasta cada momento y siempre. Miguel Ángel Lembo
La triste y mala noticia del hecho delictivo sufrido por Nino nos ha producido una revolución interna donde se mezclan la impotencia, la bronca, la tristeza, y surge brillante el afecto y la solidaridad con el colega amigo que está padeciendo semejante oprobio.
Pese a encontrarnos en una época del año en que el Desencuentro es normal porque estamos dedicados a disfrutar, los que pueden, de unas buenas vacaciones, cuando sonó la alarma, de inmediato la mayoría respondió, se sumaron preocupaciones, afectos, ideas, aportes solidarios, en fin, toda la comunidad respondió en forma increíble y el mal trago se convirtió en algo más soportable, mas sin perder la idea o el deseo de una pronta solución, esclarecimiento pero fundamentalmente de recuperación de los elementos sustraídos a Nino, tanto su querida chinchilla como el muñeco Tito, el emblema de su vida.
Con tristeza he, o habremos leído en varios medios, o visto por televisión, a más de un ignorante, descerebrado, bah, son siempre los mismos idiotas, burlándose de la situación, del llanto de Nino que nosotros como colegas hemos comprendido.
Eso, por mi lado me hizo hervir la sangre, también me lo comentaron otros socios, estamos todos indignados, pero debemos calmarnos, porque no es la primera vez, ya estamos acostumbrados a Casella en su bendita TV, cuyos panelistas si sumamos su coeficiente intelectual, entre todos y el del mismo Casella no llegan a superar el nivel cero, son de cuarta, de décima, de última, pobres tipos que viven criticando todo aquello que ellos no son capaces de hacer o de enfrentar, y que al igual que otros programas tienen la suerte de contar con espacios en televisión que podrían ser dedicados a la cultura y no a la carroña elaborada a la vista cada día y como venganza de su propia incapacidad. Lo mismo para los demás programas que se burlaron de Nino, todos del mismo tenor, dan asco.
Por eso, querido amigo Nino, estoy, estamos contigo, ladran Sancho, señal que cabalgamos, esos idiotas se pegan el helado en la frente, es lo que nos toca, no es culpa de ellos tampoco sino la falta de autoridades en el ámbito de la Cultura que no hacen lo que corresponde, echarlos, y así está toda la sociedad, confundida, extraviada, los jóvenes no tienen ejemplos ni valores a seguir, especialmente vos y yo, somos dos Viejos que hemos vivido otra vida, cuando decíamos la palabra mamá nos emocionábamos, papá era un superhéroe que todo lo podía, cuando decíamos amigo nos saltaba el corazón, y cuando una piba nos decía que nos dejaba ser su novio nos desmayábamos de alegría y vergüenza, qué hermosos pelotudos que fuimos carajo. Muchas veces te dije que te quiero mucho y nunca olvido cuanto me ayudaste en mis comienzos, hoy, en forma pública te lo ratifico, y contá conmigo, con todos nosotros para recuperar a Tito, Dios sabrá si podrá ser, vamos a pedirle que haga lo posible para que te lo devuelvan, por ahí quien te dice ahora está en manos de un nene enfermo, o que tal vez no tenga guita para comprarse un juguete, pensemos así. Nosotros somos tipos grandes que jugamos con muñecos, porque tenemos sentimientos, porque amamos la vida, por eso somos ventrílocuos. Hasta cada momento y siempre. Miguel Ángel Lembo