miércoles, 25 de diciembre de 2013
sábado, 2 de noviembre de 2013
El Círculo Ventrílocuos Argentinos CIVEAR, ya próximo a cumplir quince años de existencia, no detiene su marcha. Desde los comienzos, con dificultades, con pequeños logros, una vez que se encaminó, al dejar de "gatear" como un bebé, y comenzar a caminar, paradójicamente dejó de subir por la escalera para ascender por un ascensor sin detenerse en ningún piso. Queremos decir que como todo comienzo es duro, pero el esfuerzo, la voluntad y el cariño de los integrantes lograron y siguen logrando maravillas que tal vez no tengan un rédito material pero mucho más importante que eso, sí, logros en materia cultural y en lo que hace a las relaciones con artistas de otras partes del mundo, concretando el anhelo que motivó su creación, reivindicar el arte en nuestro país, promoverlo, y darle contundencia.
Todo ello fue apreciado por muchos artistas argentino, y lo mágico, agradable e invalorable, haber sido aceptados y requeridos por artistas de otras partes del mundo, demostrando que el arte no tiene fronteras y que los verdaderos artistas viven alejados de la vanidad, los celos, la envidia y que eso confirma el concepto que la humildad es propia de los grandes. En nuestro caso conocimos al que nos inspiró para esta existencia, Ricardo Gamero, Mr. Chasman, él era así, sencillo, humilde pero finalmente un grande como artista y como persona.
Nuestra trayectoria, el trabajo de todos nos llevó a imponer al CIVEAR en un marco de conocimiento internacional, muchos conocen su existencia, se comunican, comparten, suceden cosas increíbles, como en este caso, una historia que dejará registrado el antecedente de lo que se puede lograr, de los valores que se pueden llegar a rescatar cuando una conducta es normal, se basa en el trabajo, el amor y el aprecio por la vida y los seres humanos que transitan por ella.
Nancy Pallavercich, hija del fallecido gran ventrílocuo argentino, que brillara por toda América, gozando la admiración de su gran público, el Profesor DILMER, don Emilio DILMER Pallavercich, tenía sus muñecos Gregorio y Venancio, que si bien no fueron demasiado conocidos en nuestro país, al menos dejaron en el pueblo su latiguillo de "Tranquilo Venancio", dicho hacia el muñeco homónimo cuando éste se alteraba por cuestiones futboleras. Cuando falleció, no le avisaron a su hija, se enteró varios meses después, y de la misma forma alguien le ocultó el destino de los muñecos diciéndole que éstos habían sido incinerados.
Pasaron los años, la inquietud y la investigación de nuestro querido colega Daniel Riera, Paco y Oliverio, lograron encontrar a Nancy. El CIVEAR le otorgó una distinción por la memoria a su padre, compartió nuestras reuniones, y de pronto, el espíritu de DILMER parece haber guiado la situación hacia un final feliz en una historia que no lo era tanto. Apareció en escena un hombre increíble, talentoso ventrílocuo, productor y director de televisión de Puerto Rico, pero que todo eso no alcanza a sobre pasar su asombrosa calidad humana, un ser increíble, despojado de apetencias y ambiciones personales desmedidas, vanidad, soberbia o engreimiento, generoso como pocos, un amante del arte y de Dios, que al hacernos conocer que tenía en su poder a los muñecos Gregorio y Venancio, mas nuestro ruego que en lugar de donarlos a un museo se los comprábamos para que volviesen a manos de la amada hija de DILMER, ni lo dudó, aceptó de inmediato, NO aceptó dinero por ninguna de sus gestiones, viajó a Buenos Aires, se alojó en casa de sus amigos en nuestro país, solo aceptó las invitaciones a nuestros hogares, pero en ningún momento demostró otra actitud que no fuera su forma cuasi inocente de ser, hablar, con un respeto hacia las personas digno de resaltar, algo así como un niño grande, que desecha el egoísmo, la maldad, el egoísmo, un ser del cual todos nos sentimos honrados por aceptarnos como amigos, y orgullosos que sea un colega, un hombre grande que juega con muñecos, un Ventrilocuo.
martes, 22 de octubre de 2013
EMILIO DILMER y CARLOS MALDONADO en el CIVEAR
El Círculo Ventrílocuos Argentinos, CIVEAR, desea participar a la comunidad de artistas, de un hecho que se ha producido felizmente en razón de su existencia e intervención, por supuesto contando con la generosidad de otro artista extranjero que con un gesto increíble de honestidad y solidaridad, permitió el arribo a un final feliz y exitoso.
Brevemente, comentaremos que hubo un gran ventrílocuo argentino que desplegó su arte y talento especialmente en Centroamérica, el Profesor Emilio DILMER, con sus muñecos Gregorio y Venancio, de cuyas ocurrencias saliera la famosa frase “Tranquilo Venancio”, cuando el personaje se mostraba alterado. La hija de este notable arista, Nancy, a quien años antes homenajeáramos con una plaqueta en reconocimiento a la trayectoria de su padre, nos contaba que los muñecos habían sido incinerados. Hoy, gracias a ese hombre maravilloso de Puerto Rico, el Señor Carlos Maldonado, ventrílocuo, productor de espectáculos y gran Ser Humano, al tomar conocimiento de circunstancias especiales referentes a esta historia, nos hizo conocer que se hallaba en posesión de esos muñecos, que eran su orgullo, y que pensaba donarlos al prestigioso Vent Haven Museum de Kentucky, pero ante nuestro ruego, exponiendo las causales, no dudó en reformar su proyecto y entregar a Gregorio y Venancio a la real heredera de los mismos, y mucho más aún, No aceptó de ninguna forma que realizáramos gasto alguno, e inclusive él mismo viajará a Buenos Aires para entregarlos personalmente a Nancy.
Esta circunstancia que nos llena de orgullo, emoción y que para los artistas ventrílocuos tiene gran significado, quedará plasmada en una ceremonia que se llevará a cabo en nuestro lugar de reunión, el Bar Telmo, de la Av. San Juan y Bolívar, C.A.B.A., el próximo día 31 de octubre a las 19 horas.
Nos agradaría que los colegas nos hagan llegar su opinión o comentario sobre este evento a nuestro correo ventrílocuosargentinos@gmail.com a los cuales daremos lectura en esa ceremonia.
El año próximo, en los primeros meses, haremos lo propio con un gran artista mexicano cuyo hijo nos ha de visitar, nos referimos al gran Edmundo MILLER, cuyo padre el legendario Paco MILLER fue otro de los geniales hacedores del arte de la ventriloquia y la magia. Lo anticipamos para que tomen conocimiento que el CIVEAR sigue generando vida, tejiendo historias, uniendo a los artistas argentinos y del mundo que le dan voz a sus Ángeles Cautivos, somos Gente Grande que Juega con Muñecos. www.civear.com.ar
viernes, 13 de septiembre de 2013
A los que se hallan identificados con nuestro arte y desean conocer algo más. A quienes les agradaría conocer y contratar ventrílocuos, los invitamos a conocer nuestra página web
www.civear.com.ar
Allí encontrarán mucha información y si desean aún más, podrán acceder a diversas formas de contactarnos mediante teléfonos, correo electrónico, Facebook, siempre será agradable recibir cada consulta y dar cualquier información.
Podrán conocer artistas que ofrecen sus servicios en la pestaña DESTACADOS para amenizar un evento.
También, cómo y dónde se puede realizar un curso de aprendizaje de la técnica, qué libros y dónde adquirirlos, y por supuesto los artesanos recomendados para adquirir muñecos.
miércoles, 3 de julio de 2013
miércoles, 29 de mayo de 2013
LIBROS Y CURSOS de VENTRILOQUIA
Dos libros que pueden aportar información para quien desea conocer o
aprender sobre Ventriloquia.
En una primera etapa, algo de la historia de este arte en la Argentina,
excelentemente escrito por su autor, Daniel Riera, destacado periodista,
escritor y ventrílocuo, quien en base a su propia experiencia, relata las
etapas que vivió hasta convertirse en el actual dúo Paco y Oliverio, que en poco tiempo ha protagonizado innumerables
presentaciones, producciones artísticas de gran nivel donde desarrolla este arte
con total idoneidad. El título de esta obra es VENTRILOCUOS, gente grande que juega con
muñecos y se halla en las librerías importantes de todo el país.
Luego, si además de conocer esta apasionante obra, el lector no se
conformara y decidiere ingresar al mundo de esa Gente Grande que Juega con
Muñecos, una de las alternativas es un segundo libro donde se enseña como
desarrollar la técnica, su título es VENTRILOQUIA Y
HUMORISMO, Técnica de las artes para hacer reír, de Miguel Ángel
Lembo, responsable del dúo Miguel y Pascualito, que se puede adquirir en el
Bazar de Magia, Rincón Mágico de Gustav, Muñecos Ventrílocuos Muñecos de Daniel
Caruso, Rematomagia de Alé y con el mismo autor al correo cursosventri@gmail.com
Con lenguaje afable, entretenido, sumamente entendible, con técnicas
actualizadas para No mover la Boca,
redactar los propios guiones, realizar puestas en escena. Con consejos para cuidado
y mantenimiento de la voz, Lembo, no titubeó en volcar su experiencia como
autodidacta en esta obra, reconociendo que él “enseña un arte que todavía no aprendió”, porque sigue
aprendiendo y actualizándose día a día, mejorando la técnica, e increíblemente su obra ya en la segunda
edición , ha generado artistas en todas partes del mundo, especialmente las de
habla hispana, inclusive él ha dictado personalmente un curso en la ciudad de
Zaragoza, España, para un grupo importante de artistas de la Unión Marionetas
Internacionales de Aragón .
Para Conferencias Taller del autor comunicarse al correo antes
mencionado, cursosventri@gmail.com, estas
pueden realizarse solamente en paises de habla hispana.
Videos del autor pueden visualizarse en Youtube o en su misma página web,
www.miguelypascualito.com.ar
.
martes, 5 de marzo de 2013
EL MAS PEQUEÑO DEL CIVEAR
Esta es la pequeña Estrella de nuestro CIVEAR, conózcanlo, es un orgullo para nosotros, y así lo reconoce la prensa. Diario HOY de La Plata del día 4 de marzo de 2013. Esta es parte de la nota. Con mayor claridad la podrán apreciar en la web del CIVEAR. www.civear.com.ar botón NOVEDADES.
martes, 19 de febrero de 2013
Publicación
de la Habana Periódico El lince viernes 1 de febrero de 1811
Narciso y Gregorio de Cuba |
Ingeniosos recursos de un ventrílocuo
Mr.Brodeau, literati de mucho crédito
del siglo XVl nos ha dejado una relación muy curiosa del favorable partido que
un ventrílocuo, llamado Luis Brabante, que servía a Francisco 1º de Francia en
la clase de ayuda de cámara, supo sacar en varias ocasiones de su habilidad en
el ejercicio de aquella arte. Era este un joven de buen nacimiento, pero de
escasos recursos, y habiendo tenido la desgracia de enamorarse de una señorita
hermosa y heredera rica, recibió crueles desaires de la misma, y una negativa
absoluta de sus padres, cuyas miras se dirigían a un punto más elevado, pero la
ceguedad de su amor, y la esperanza que nunca abandona aun al hombre más
miserable, mantenían en todo su vigor aquella ardiente pasión, si bien debía
desahogar la amargura de sus penas, por no exponerse a una despedida violenta
si insistía en sus ruegos.
Ocurrió a este tiempo la muerte del
padre de la señorita, de cuya circunstancia trató brabante de valerse en su
provecho. Habiendo pasado a hacer una visita de duelo a la viuda, que no
tenía la menor idea de la habilidad ventriloquial del aspirante a la mano de su
hija, aguardó el momento más favorable de alma y silencio, y cuando la hubo
preparado a recibir impresiones de duendes y aparecidos con discursos relativos
al futuro destino de los que fallecen, hizo oír gemidos y lamentos como si
partiesen de algún ser invisible.
Asustada la viuda con aquel ruido
inesperado, prestó atentamente su oído, y percibió con claridad las siguientes
palabras: “Da nuestra hija en matrimonio a Luis Brabante: este es un mozo rico
y de carácter excelente. ¡Ojalá yo no hubiera sido tan caprichado en negársela
y me habría ahorrado las penas que estoy sufriendo en el purgatorio!, No hay
otro medio para librarme de este tormento que la pronta celebración de este
santo enlace. No rehúses este alivio a mis padecimientos, alivio que coincidirá
perfectamente con la felicidad de nuestra hija, pues no es posible hallar un
marido mejor la convenga.
Atónita quedó la viuda con estas
palabras, y más cuando fijando atentamente la vista sobre el futuro yerno,
única persona que se hallaba en la habitación, no observó el menor movimiento
es sus labios en el acto de proferirse aquellas voces, ni su sonido indicaba
que salieran de cerca sino de algún hondo subterráneo, cuando por motivo alguno
podía tener la menor idea de tamaño artificio. Así, pues, cuanto más meditaba
en todas las circunstancias de aquel caso extraordinario, más se confirmaba en
la idea de que el alma de su marido era la que había venido del otro mundo a
comunicarle las citadas prescripciones, y por lo yanto sin titubear le concedió
la mano de su hija, pues no de otro modo podía tranquilizar su conciencia y
llevar a mejor vida a su difunto.
Ajustado ya este matrimonio, le faltaba
al ingenioso Bramante un elemento muy preciso, tanto para sostener por algún
tiempo sus imposturas, como porque no quedase desmentida una parte muy esencial
de la embajada del otro mundo que consistía en las………(ilegible)………………………………………
Siendo su estado muy triste y precario,
y estando limitados sus recursos al sueldo de su empleo.
En su consecuencia dirigió todas sus
miras hacia un judío de León de Francia llamado Cornuto, que a fuerzas de
usuras y bellaquerías había acumulado inmensos bienes, y de quien había sabido
que se hallaba asaltado de continuos escrúpulo de conciencias, efecto de las
trampas, fullerías, y pérfidos manejos a que se había dedicado toda su vida.
Fiado en esta última circunstancias, que
debía favorecer prodigiosamente sus designios, Trató Bramante de entrar en
relaciones íntimas con el opulento israelita, lo que consiguió con su
hipocresía y artificios, cuando creyó que era tiempo oportuno de dar principio
a su industrioso plan, se dirigió a hacer una cariñosa visita al viejo usurero,
y en lo mejor de una conversación mística y compungida en que Bramante pasaba
en revista todos los padecimientos de la raza hebráica, y los prodigios del
antiguo testamento, deteniéndose en los sucesos que más debían lisonjear a su
gustos e inclinaciones, hozo una transición como por incidencia hacia los
demonios, espectros y penas de los condenados, pintando con tan vivos colores
los tormentos eternos de los que habían perdido la gracia del señor por sus
robos, estafas, usuras y demás crímenes, que el pobre judío se puso a temblar
como un azogado.
Aprovechándose Bramante de este momento
tan favorable, recurrió a todo el esfuerzo de su habilidad ventriloquial, y
dejo percibir clara y distantemente una voz semi-sepulcral, que pronunció las
siguientes palabras llenas de todo el énfasis que me mejor pudiera conmover el
encallecido corazón del viejo israelita: “Cornuto si conservas algún recuerdo
del padre que te dio el ser, de quien heredaste una parte de tus riquezas, y
que te enseñó el modo de adquirir las demás que constituyen tu opulencia, no
desoigas su voz, y alivia sus penas.
Mi ciego amor hacia ti, y mi afán por
dejarte inmensos bienes, me hicieron descuidar el ejercicios de obras de
misericordia, a esta falta imperdonable debo los inauditos tormentos que estoy
sufriendo en el purgatorio, tú puedes proporcionarme la salida de este lugar de
martirio para gozar de la bienaventuranza eterna, dedica una parte de tus
bienes a obras piadosas, y siendo una de la más meritorias la redención de
cautivos, da a Luis Bramante, que se halla destine a tan laudable objeto.
Atónito quedó el usurero Cornuto, y no
fingió estarlo menos Bramante, el cual en todo este tiempo había permanecido
estático sin hacer el menor movimiento con sus labios, que era la parte
principal de su deslumbradora habilidad. Este fue sin embargo el que rompió el
silencio confesando misteriosamente que era cierta su dedicación en
auxilio de los pobras cautivos, en los cuales invertía todos los fondos
de que podía disponer y que bendecía la mano del cielo que había servirse de un
agente tan oscuro y sin mérito, cual él reconocía, para tan piadoso designios.
El usurero judío, naturalmente sospechoso como lo son todos los de su creencia
y profesión, no cedió tan pronto a las excitaciones de aquella milagrosa
visión, sino que pidió un día de termino para pensarlo, y así mismo otra
aparición igual en la mañana siguiente en despoblado, para que pudiera
convencerse de que aquellos eran avisos del cielo y no intrigas profanas para
arrancarle su dinero.
Fue por lo tanto citado Luis Bramante
para un sitio aislado en el medio del campo, sin que a mucha distancia hubiera
edificio alguno, ni arboles ni aun matorrales, por temor de que sobre dichos
objetos pudieran establecerse tubos de comunicación, u otros emisarios o
conductores de la voz humana. Esta extraordinaria precaución y desconfianza del
judío hizo que el ventrílocuo hubiese de apelar a todos los recursos de su
ingenio y habilidad, a fin de que por ningún título pudiera ser descubierta su
portentosa travesura.
Habiéndose reunido en el punto que creyó
el judío podía ser más seguro, empezó Bramante a poner en juego su habilidad de
un modo admirable. Por cualquier parte que Cornuto volvía la vista le
parecía oír sollozos, gemidos, tristes quejas y voces lastimeras, tan semejante
a lo que se cuenta de las almas del otro mundo, ya que no pudo menos que
convenir que había sido real y verdadera la visión del día anterior, y lo que
acabó de vencerlo fue la aglomeración repentina de infinidad de voces que aun
tiempo lloraban, y rogaban no fuera sordo a sus plegarias, pues no de otro modo
salvaría de aquellas penas y angustias no solo a su desgraciado padre, sino a
toda la familia, pues que todos estaban sufriendo por igual causa, a saber: por
su falta de caridad mientras fueron habitantes de otro mundo.
Ya no puedo resistir más el duro corazón
de Cornuto tantos ataques dados contra su bolsa, ya que le parecía que todos
los patriarcas y profetas del antiguo y nuevo testamento iban a caer sobre él
por su impiedad y falta de religiosa devoción, y que no podía hallar ni en esta
ni en otra vida sino miseria, ruina y tormentos, si prontamente no daba
ejecución al mandato divino, así, pues, volvió sin aliento a su casa, pálido y
desencajado, huyendo de aquellas lúgubres y sepulcrales voces que lo perseguían
por todas partes, pues que bramante tenia buen cuidado de no interrumpir su
diabólico diálogo sino los momentos necesarios de tomar algún aliento, y de
dirigir a Cornuto algunas palabras consolatorias en un tono natural, para
mantener por este medio más viva la ilusión y desvanecer mejor toda clase de
desconfianza.
Apenas hubo penetrado por los umbrales
de la puerta de Cornuto, abrió este su caja y entregó al hábil y astuto
ventrílocuo diez mil pesos bien contados, con los cuales quedó habilitado el
famoso juglar para celebrar sus bodas con lujo y ostentación.
¡Cuántos habrá que desearían tener el
raro talento ventriloquial!, sino para ejercer trampas y fullerías
pecuniarias, a lo menos para humanizar la fiereza de ciertos corazones, y
alcanzar la blanca y preciosa mano de damas esquivas, y el consentimiento de
padres soberbios y ambiciosos. ¡Cuántos tratarían de derribar por este
medio las altas barreras que los separan de la posición de algún objeto
demasiado encumbrado! Empero no estamos ya en el siglo XVl, y no había de ser
tan fácil en el día ejercer con igual fortuna esta clase de truhanerías.
Un abrazo, a mis colegas del Círculo Ventrílocuos
Argentinos, CIVEAR.
Narciso Alfonso de Cuba
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