Como es la vida, suceden cosas inimaginables, pero ciertas y en cada problema siempre hay una solución siempre y cuando estemos dispuestos a ponerla en marcha, cuando nuestro deseo de vivir por el bien y ser agradables a Dios especialmente, nos encuentera en estas circunstancias que pueden comenzar de una forma y terminar de otra, especialmente si la primera experiencia ha sido negativa y violenta, pero que poniendo lo mejor de cada uno, cuando ambas partes de una contienda se enfrentan sin deseos de enfrentarse, que lo hacen solo por su humilde condición de seres humanos, pero con la grandeza de los que ven una pequeña luz que ilumine al Ser Humano y tenga la hidalguía de acercarse y buscarla, pretendiendo que esa pequeña luz se convierta en un brillo infinito, eso es lo maravilloso, que una historia que comienza de forma desprolija e inundada de defecto humano, se doblegue ante la fuerza del amor, de la inteligencia puesta al servicio del entendimiento, de la buena voluntad para entender, del desprendimiento de toda soberbia para tener la satisfacción hermosa de poder solicitar perdón cuando uno se equivoca, es como abrir un frasco de perfume, que aún sin volcarlo sobre la palma de la mano, de inmediato inunda al ambiente con su grato aroma. Eso ocurre cuando pedimos perdón, cuando reconociemos nuestros errores, equivocaciones, especialmente sin no hubo una intención cierta y nos damos cuenta qué inútil resultó todo el tiemo de una contienda que se podría haber utilizado para vivir mejores situaciones y disfrutar de un tiempo mejor, pero especialmente cuando ambas partes de una contiendan piensan de la misma hermosa forma, el resultado es mucho más positivo, y seguramente imaginaremos a nuestro Dios sonriendo como perdonando esa travesura infantil de enojarnos sin necesidad y por el solo hecho de no pensar y dejarnos manejar por el instinto que poco tiene que ver con las cosas ciertas.
Así sucedió la historia con nuestro ahora más que nunca querido colega y amigo mexicano Edmundo Miller, hijo del Gran Paco Miller, un ventrílocuo que marcó historia en nuestro arte.
Edmundo no le fue ni le va en zaga, por el contrario, hace honor al legado de su padre, como mago, como ventrílocuo pero especialmetne como una Gran Persona, y no vale la pena que aclaremos cual fue el problema que tuvimos con él, porque realmente fue una estupidez, que ahora sufrimos pensando como dijimos antes más arriba, cuánto tiempo perdimos de haber aprovechado para decirnos cosas mejores, inclusive para que su llegada al Círculo Ventrílocuos Argentinos, CIVEAR, con la que hoy nos honra, haya sido posible.
Pero nunca es tarde cuando la dicha es buena, y bueno, realmente bueno es EDMUNDO MILLER, nuestro colega mexicano, a quien por medio de este Blog hoy le damos la bienvenida, lamentando que no haya sido antes y deseando que nunca se retire de nuestro lado, porque cumple con una de las condiciones básicas para pertenecer a nuestra comunidad, es un Brillante Ser Humano. Gracias Edmundo por compartir nuestra locura de hablar con muñecos... ¿de veras será una locura?... , tu amigo Miguel Angel
Pero nunca es tarde cuando la dicha es buena, y bueno, realmente bueno es EDMUNDO MILLER, nuestro colega mexicano, a quien por medio de este Blog hoy le damos la bienvenida, lamentando que no haya sido antes y deseando que nunca se retire de nuestro lado, porque cumple con una de las condiciones básicas para pertenecer a nuestra comunidad, es un Brillante Ser Humano. Gracias Edmundo por compartir nuestra locura de hablar con muñecos... ¿de veras será una locura?... , tu amigo Miguel Angel
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