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domingo, 31 de enero de 2010

EVOLUCION HISTORICA DE LOS MUÑECOS DE VENTRILOQUIA por Marcelo Melison


Si bien la Ventriloquia bajo una forma u otra es conocida desde la más lejana antigüedad, la aparición de los muñecos en el acto es algo muchísimo mas reciente. En este artículo pretendo presentar el orden cronológico en que los diferentes estilos de muñecos fueron apareciendo, porque algunas fuentes citan dichos estilos en forma incorrecta. Acompáñenme por favor en esta expedición arqueológica para excavar en el pasado de nuestro Arte...
Es bien sabido que originalmente la Ventriloquia no era usada como entretenimiento sino en ambientes de superstición y pseudo religión, en los que el ejecutante "traía del más alla" voces de dioses, ángeles, profetas y difuntos. Sin embargo, existe un remoto antecedente del uso de muñecos aun en estas condiciones, pues en ciertas regiones rurales de la China de la Edad Media, mediums femeninos presentaban un muñeco pequeño de rasgos realistas del cual supuestamente emanaban los consejos y profecías que la medium decía ventriloquialmente.
Por siglos los ventrílocuos entretenían con voces distantes que "venían" de lugares lejanos o encerrados. La primera vez que se uso un muñeco presentando la base de los espectáculos que hoy disfrutamos, fue en 1750, cuando al austriaco baron Von Mengen se le ocurrió dar un cuerpo a la voz ventriloquial en la forma de una muñeca de madera con la boca movible, cuidando de ofrecer sincronicidad entre la voz y el movimiento de la boca de la muñeca.
En esos años en Inglaterra comenzó a hacerse popular la demostración ventriloquial con el puño a manera de cabeza; moviendo el dedo pulgar se da la ilusión de una boca que se abre y se cierra, ilusión cuyo máximo exponente seria el maravilloso artista español Señor Wences (Wenceslao Moreno) durante la mayor parte del siglo XX.
Aproximadamente en 1780 el irlandés James Burns usaba un muy pequeño muñeco llamado "Tommy el chillón" en sus presentaciones, que no era mas que una cabecita tallada en madera y un tosco cuerpo de tela, sin ningún mecanismo. Otro irlandés, E. D. Davies, presentaba en los años de 1860 dos muñecos también pequeños sentados en sus rodillas, Tommy y Joey, pero estos tenían ya la boca mecanizada. A partir de esos años, los ventrílocuos comienzan a preocuparse por crear la ilusión de vida en sus muñecos dotándolos de tamaño natural y diferentes animaciones mecánicas tanto en la cabeza como en brazos y piernas. En Europa los artistas realizan actos de ventriloquia con muchos personajes simultáneamente, muñecos que se manejaban a distancia con complicados sistemas de pedales y ayudantes detrás de escena. Fue el ingles Fred Russell quien en 1890 popularizo el estilo de acto que hoy conocemos, con un solo muñeco sentado en su rodilla con el cual mantenía un dialogo chispeante. Su muñeco "Joe el costeño" fue tan famoso como el ventrílocuo. Ya para 1900 se impuso mundialmente el estilo de muñeco de madera o cartapesta que hoy conocemos.
En algunos escritos se habla de la cabeza encerrada en la caja como un estilo de muñeco muy antiguo, pero esto no es así. Esa presentación fue ideada recién en los años de 1930 por el ya citado Señor Wences en un momento de urgencia, ya que el muñeco de tamaño natural con el que estaba recorriendo clubes nocturnos de Estados Unidos fue destrozado en el choque del tren en el que estaba viajando. Desesperado, con un contrato por cumplir, Wences pudo rescatar la parte anterior de la cabeza del muñeco, modifico el mecanismo, y la puso en una caja tapada, creando la ilusión de la voz encerrada en forma por demás sobresaliente.
Hay documentos que muestran la visita a la Argentina de ventrílocuos internacionales desde la época de la colonia, pero estos eran los tradicionales ventrílocuos con compañeros "invisibles". Es muy probable que los argentinos no hayamos visto los muñecos típicos que usamos hoy hasta muy cerca de 1900, época en que las variedades alcanzaron su apogeo en Buenos Aires principalmente; los escenarios de variete de esos años recibían constantemente ventrílocuos españoles con "elencos" de quince o veinte muñecos diferentes, siendo Francisco Sanz el mas popular de ellos...
Es bastante mas tarde, bien entrada la década de 1940, cuando en otras partes del mundo los ventrílocuos se empiezan a alejar de los muñecos tradicionales y realizan sus actos de ventriloquia con títeres de boca movible, mucho mas fáciles de transportar y manipular, y hasta mas baratos, que las marionetas de madera o cartón. En esos años el francés Robert Lamouret asombra a los espectadores de cabaret en toda Europa con el Pato Dudule, una versión del pato Donald de Disney, un títere con unas posibilidades de animaciones absolutamente increíbles. En la década del '50 en Estados Unidos Shari Lewis presenta en televisión a "Costilla de Cordero", la ovejita hecha con una media, sembrando la semilla de la vocación en el maravilloso Jim Henson, quien irrumpe en la televisión americana de los '60 con sus fantásticos Muppets, iniciando un estilo de muñeco que será preferido por muchos ventrílocuos.
En la Argentina el público siempre ha preferido el tradicional muñeco rígido de madera o cartapesta con la mandíbula articulada, imagen esta popularizada en la televisión por el español Emilio Agudiez con su maravilloso muñeco, el porteñísimo "Don Pánfilo". Agudiez fue el ventrílocuo televisivo mas conocido hasta la irrupción en las pantallas nacionales de ese fenómeno irrepetible que fue la dupla de Mister Chasman y Chirolita. Es muchísimo lo que se ha hablado y lo que aun se puede decir de ese gigante que fue el inolvidable Ricardo Gamero y su alter ego Mister Chasman, cosa que haremos en otra ocasión. Pero para concluir con la idea de este artículo, diré que en la Argentina los muñecos de ventriloquia no han evolucionado tanto, puesto que nuestro público prefiere y hasta espera que el ventrílocuo se presente con el tradicional muñeco "tipo Chirolita" como se le llama popularmente para significar el muñeco rígido a imagen y semejanza de un hombrecito...